Laboratorio de ficciones
Cristina Kahlo apostó por una dialéctica entre la geometría y la figuración, oponiéndose intuitivamente al ideal pedagógico que busca la creación de representaciones mentales a partir de información puramente abstracta, es decir, las ecuaciones. Esta desobediencia escolar ha resultado riquísima en soluciones plásticas y visuales a través de las cuales lo bidimensional, la imagen fotográfica, se ofrece como una reflexión de las relaciones en el espacio que los poliedros sostienen con otros cuerpos, según lo ha dispuesto la voluntad de la artista. El privilegio de lo visual se matiza cuando se advierte la elección de procedimientos de laboratorio que producen tonalidades según su resultado químico directo o mediante una reacción química subsecuente. Por si fuera poco, el tratamiento pictórico originalmente aplicado a los cuerpos geométricos continúa en aquellas impresiones intervenidas al óleo,
operación que devuelve lo fotográfico al terreno de la ilusión, esa propiedad tan valorada por una vertiente de la crítica de arte emocionada con la “alta modernidad” de ciertas figuraciones sobre el lienzo.
Hacia una geometría de la Ilusión.
Cristina Kahlo y su Laboratorio de ficciones.
Fragmento
Irving Domínguez.