Marco Polo es metáfora

El hombre ambiciona aprehender el mundo, pero no puede. Aparentemente fija, también tierra —como el aire, el agua y el fuego— está en continuo movimiento. La respuesta la encuentra en la noche, en la esfera celeste: en la relación armónica de los astros y en su revolución predecible, hora tras hora, día tras día, siguiendo el camino de la vía Láctea.

En sus fotografías, Cristina Kahlo cuenta esta historia: la de un hombre obsesionado por resolver el problema de la forma, el tamaño y la posición de las cosas en el tiempo y en el espacio. Este hombre es Marco Polo, pero también Euclides, Arquímedes, Luca Pacioli, Brunelleschi o Descartes. O cualquier hombre: un espíritu activo que una vez que ha determinado su lugar, sale en busca de lo desconocido, a encontrar nuevos horizontes sobre los cuales proyectar su traza geométrica.

Por su parte, la mujer reposa: tierra fértil y agua recurrente, la compañera del hombre no requiere otras medidas de espacio y tiempo que las de su propio cuerpo. Mientras él mira, calcula y viaja, ella espera y contempla.

Arriba y abajo, traza, figura y número. Mediante la riqueza de la sutileza de la alegoría —pero con la increíble belleza de la geometría de su fotografía— Cristina Kahlo narra una historia que es a la vez eterna y repetitiva: la de la doble conquista de tiempo y espacio por la vía discrepante del recorrido por el mundo y de la experiencia implícita del cuerpo. Su relato es el de todo hombre y toda mujer: la experiencia del orden del cosmos como metáfora.

Laura González Flores

Inicio de un viaje
2014

El regreso de Marco Polo
2013

Doble reflejo
2014

Diálogos de mar
2014

Geometría de un balón
2014

Instante aislado
2019

Maravillas de esta tierra
2013

Constelación según Pitágoras
2014

Un rey
2014

Mirar hacia otra parte
2014

El origen
2014

Miradas imposibles
2013

El joven Marco Polo
2013

Instante
2019

El rey luminoso
2014